QUE LES PUEDO DECIR...QUE NO SE HAYA DICHO ANTES. Continuación.
Difícilmente podemos decir, que exista una comunidad, barrio o urbanización, pueblo, caserío donde no hallan carencias y problemas, como los que tenemos y padecemos hoy en día; La inflación, la especulación, el atropello, la inseguridad, los servicios deficientes, la falta de comida, y pare usted de contar. Y es que la capacidad de vivir sanamente, cómodos, seguros, respetando los deberes y derechos que cada uno tenemos como ciudadanos Venezolanos, empezando por el respeto al vecino que tenemos al lado, convivir con ética y moral altamente positiva, eso está muy difícil hoy en día, lo que existe es la supervivencia del más apto y la exclusión del más débil, esa es la patética situación a lo que nos han llevado unos y otros mucho antes de la revolución y después de la revolución, todavía queriendo a como dé lugar pujar por el poder, nos llevaron a un precipicio, a una especie de pan y circo, y hoy nuestra realidad es que estamos en la peor crisis moral, cívica, económica y social que hallamos vivido jamás en Venezuela, en cada estado, en cada ciudad, en cada urbanización, en cada barrio, pueblo, o caserío, es decir en nuestras comunidades. Con todo y eso hay y existen personas valiosas dentro de cada comunidad, en el anonimato, con sus esperanzas, con mucho que aportar y dar en beneficio del colectivo, pero muchas voces no se escucharon, muchos posibles personajes A-1, por alguna razón no fueron tomados en cuenta y fueron excluidos por sus pensamientos, muchos de ellos profesionales hoy convertidos en buhoneros, bodegueros, taxistas, vendedores informales, porque de algo hay que valerse o aferrarse para ser útil y servir a una comunidad, a una familia.
La triste realidad... Muchas casas o locales con bodegas, que tuvieron que cerrar o cambiar de rubro, muchos extranjeros que vivieron y compartieron con nosotros en nuestras comunidades, también hace tiempo que se marcharon, porque tenían los medios y la crisis los supero, hoy cuantos más tendrán que cerrar e irse a otra parte, sea venezolano o extranjero. Y el pueblo pagando las consecuencias de este desastre, pasando hambre, con mucho desempleo y con la inseguridad desbordada. Pero de que si podemos hacer algo, comenzar por algo, eso es seguro, solo que hay que sumar voluntades y esfuerzos, no dejarnos contaminar, aplicando todos los mecanismos y ventajas que nos otorgan las leyes, para que no se vea o se diga que estamos perjudicando a uno u a otro o alguien en particular, porque entre buitres se sacaran los ojos y huirán con la carroña.
La triste realidad... Muchas casas o locales con bodegas, que tuvieron que cerrar o cambiar de rubro, muchos extranjeros que vivieron y compartieron con nosotros en nuestras comunidades, también hace tiempo que se marcharon, porque tenían los medios y la crisis los supero, hoy cuantos más tendrán que cerrar e irse a otra parte, sea venezolano o extranjero. Y el pueblo pagando las consecuencias de este desastre, pasando hambre, con mucho desempleo y con la inseguridad desbordada. Pero de que si podemos hacer algo, comenzar por algo, eso es seguro, solo que hay que sumar voluntades y esfuerzos, no dejarnos contaminar, aplicando todos los mecanismos y ventajas que nos otorgan las leyes, para que no se vea o se diga que estamos perjudicando a uno u a otro o alguien en particular, porque entre buitres se sacaran los ojos y huirán con la carroña.
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